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.Quédate.Piensa.Recupérate.Y así ocurrió, que poco después de la cena, justo cuando el cielo comenzaba aoscurecerse otra vez, me sorprendieron.Ya le había contado a un joven policía con eluniforme bien almidonado todo lo que pensaba decirle.No supe si me creyó, pero fueeducado y no se quedó mucho tiempo.De hecho, poco después de marcharse, fuecuando las cosas comenzaron a suceder.Acostado allí, sintiéndome mejor, esperaba la visita del doctor Bailey para hacer unchequeo rutinario y que comprobara si todavía estaba cuerdo.Acostado allí, analizandotodas las cosas que me había dicho Bill, tratando de hacerlas encajar en otras cosas queyo sabía o había deducido.¡Contacto! Se me habían anticipado.Había alguien en Ámbar que era madrugador. ¡Corwin!Era Random, bastante agitado. ¡Corwin! ¡Levántate! ¡Abre la puerta! Brand ha recuperado la consciencia y preguntapor ti. ¿Has estado golpeando esa puerta, tratando de despertarme? Así es. ¿Estás solo? Sí. Bien.No estoy dentro.Me has alcanzado en la Sombra. No entiendo. Ni yo tampoco.Estoy herido, pero viviré.Más tarde te contaré la historia.Cuéntamelo de Brand. Se despertó sólo hace un rato.Le dijo a Gérard que tenía que hablar contigoinmediatamente.Gérard llamó a un sirviente y le envió a tu habitación.Cuando no pudodespertarte, vino a verme.Le envié de vuelta para que le dijera a Gérard que yo te llevaríapronto. Ya veo dije, estirándome lentamente y sentándome.Métete en algún sitio dondeno te puedan ver, entonces iré.Necesitaré una bata o algo así.Me falta algo de ropa. Entonces será mejor que vuelva a mis habitaciones. De acuerdo.Ve allí. Dame un minuto.Y silencio.Moví lentamente mis piernas.Me senté en el borde de la cama.Recogí los Triunfos ylos volví a guardar en su caja.Tenía la impresión de que era importante que ocultara miherida de regreso a Ámbar.Incluso en épocas normales, uno no va por ahí haciendopublicidad de su propia vulnerabilidad.Respiré profundamente y me puse en pie, cogiéndome del cabecero de la cama.Loque había practicado dio sus frutos.Respiré normalmente y relajé la mano de la que mesostenía.No estaba mal, si me movía despacio, si no me esforzaba más allá de lo mínimorequerido para mantener las apariencias.Tal vez pudiera mantenerlo en secreto hastaque mis fuerzas retornaran de verdad.Justo en ese momento, oí unas pisadas, y una solícita enfermera quedó contorneadaen el umbral de la puerta, resuelta, simétrica, diferente a un copo de nieve principalmenteporque estos son muy parecidos. ¡Vuelva a esa cama, señor Corey! ¡Se supone que no debe estar levantado! Señora expliqué , es imprescindible que me levante.Tengo que marcharme. Podría haber llamado para pedir una taza dijo, entrando en la habitación yavanzando.Sacudí cansadamente la cabeza justo en el momento en que la presencia de Randomentraba en contacto conmigo una vez más.Me pregunté de qué manera informaría sobreesto.y si mencionaría la imagen prismática que quedaría de mí después de habermeido.Supongo que sería otra anotación para el creciente archivo de folklore que tiendo adejar detrás mío. Piense en esto de esta manera, querida mía le dije.Durante todo este tiempo lanuestra ha sido una relación puramente física.Habrá otros.muchos otros.¡Adieu!Me incliné, enviándole un beso a medida que me marchaba a Ámbar, dejándola en unintento de coger un arcoiris mientras yo cogía el hombro de Random y me tambaleaba. ¡Corwin! Qué demonios. Si la sangre tiene que ser el precio del almirantazgo, acabo de ganarme unagraduación naval observé.Dame algo que ponerme.Me pasó una larga y pesada capa por los hombros y yo intenté cerrármela en lagarganta. Todo listo dije.Llévame hasta él.Me condujo fuera de la habitación hacia el hall, hasta las escaleras.Mientrascaminábamos me apoyaba pesadamente en él. ¿Es grave la herida? me preguntó. De cuchillo repliqué, y apoyé la mano en ella.Alguien me atacó en mi habitaciónla noche pasada. ¿Quién? Bueno, no puedes haber sido tú, ya que te acababa de dejar expliqué , y Gérardestaba arriba, en la biblioteca, con Brand.Quita a esos tres del resto, y comienza aadivinar.Eso es lo mejor. Julián cortó. Su tipo definitivamente atrae la atención concedí.Piona me estuvo haciendo laapología de su culpabilidad la otra noche y, por supuesto, no es ningún secreto que él noes uno de mis favoritos. Corwin, Julián se ha marchado del palacio.Se fue durante la noche.El sirviente quevino a buscarme me dijo que se había ido.¿Qué te parece eso a ti?Llegamos hasta la escalera.Mantuve una mano en Random y la otra en la barandilla.En el primer rellano nos detuvimos para que descansara un poco. No lo sé dije.A veces puede ser tan malo extender el beneficio de la dudademasiado lejos, como no darlo [ Pobierz caÅ‚ość w formacie PDF ]
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.Quédate.Piensa.Recupérate.Y así ocurrió, que poco después de la cena, justo cuando el cielo comenzaba aoscurecerse otra vez, me sorprendieron.Ya le había contado a un joven policía con eluniforme bien almidonado todo lo que pensaba decirle.No supe si me creyó, pero fueeducado y no se quedó mucho tiempo.De hecho, poco después de marcharse, fuecuando las cosas comenzaron a suceder.Acostado allí, sintiéndome mejor, esperaba la visita del doctor Bailey para hacer unchequeo rutinario y que comprobara si todavía estaba cuerdo.Acostado allí, analizandotodas las cosas que me había dicho Bill, tratando de hacerlas encajar en otras cosas queyo sabía o había deducido.¡Contacto! Se me habían anticipado.Había alguien en Ámbar que era madrugador. ¡Corwin!Era Random, bastante agitado. ¡Corwin! ¡Levántate! ¡Abre la puerta! Brand ha recuperado la consciencia y preguntapor ti. ¿Has estado golpeando esa puerta, tratando de despertarme? Así es. ¿Estás solo? Sí. Bien.No estoy dentro.Me has alcanzado en la Sombra. No entiendo. Ni yo tampoco.Estoy herido, pero viviré.Más tarde te contaré la historia.Cuéntamelo de Brand. Se despertó sólo hace un rato.Le dijo a Gérard que tenía que hablar contigoinmediatamente.Gérard llamó a un sirviente y le envió a tu habitación.Cuando no pudodespertarte, vino a verme.Le envié de vuelta para que le dijera a Gérard que yo te llevaríapronto. Ya veo dije, estirándome lentamente y sentándome.Métete en algún sitio dondeno te puedan ver, entonces iré.Necesitaré una bata o algo así.Me falta algo de ropa. Entonces será mejor que vuelva a mis habitaciones. De acuerdo.Ve allí. Dame un minuto.Y silencio.Moví lentamente mis piernas.Me senté en el borde de la cama.Recogí los Triunfos ylos volví a guardar en su caja.Tenía la impresión de que era importante que ocultara miherida de regreso a Ámbar.Incluso en épocas normales, uno no va por ahí haciendopublicidad de su propia vulnerabilidad.Respiré profundamente y me puse en pie, cogiéndome del cabecero de la cama.Loque había practicado dio sus frutos.Respiré normalmente y relajé la mano de la que mesostenía.No estaba mal, si me movía despacio, si no me esforzaba más allá de lo mínimorequerido para mantener las apariencias.Tal vez pudiera mantenerlo en secreto hastaque mis fuerzas retornaran de verdad.Justo en ese momento, oí unas pisadas, y una solícita enfermera quedó contorneadaen el umbral de la puerta, resuelta, simétrica, diferente a un copo de nieve principalmenteporque estos son muy parecidos. ¡Vuelva a esa cama, señor Corey! ¡Se supone que no debe estar levantado! Señora expliqué , es imprescindible que me levante.Tengo que marcharme. Podría haber llamado para pedir una taza dijo, entrando en la habitación yavanzando.Sacudí cansadamente la cabeza justo en el momento en que la presencia de Randomentraba en contacto conmigo una vez más.Me pregunté de qué manera informaría sobreesto.y si mencionaría la imagen prismática que quedaría de mí después de habermeido.Supongo que sería otra anotación para el creciente archivo de folklore que tiendo adejar detrás mío. Piense en esto de esta manera, querida mía le dije.Durante todo este tiempo lanuestra ha sido una relación puramente física.Habrá otros.muchos otros.¡Adieu!Me incliné, enviándole un beso a medida que me marchaba a Ámbar, dejándola en unintento de coger un arcoiris mientras yo cogía el hombro de Random y me tambaleaba. ¡Corwin! Qué demonios. Si la sangre tiene que ser el precio del almirantazgo, acabo de ganarme unagraduación naval observé.Dame algo que ponerme.Me pasó una larga y pesada capa por los hombros y yo intenté cerrármela en lagarganta. Todo listo dije.Llévame hasta él.Me condujo fuera de la habitación hacia el hall, hasta las escaleras.Mientrascaminábamos me apoyaba pesadamente en él. ¿Es grave la herida? me preguntó. De cuchillo repliqué, y apoyé la mano en ella.Alguien me atacó en mi habitaciónla noche pasada. ¿Quién? Bueno, no puedes haber sido tú, ya que te acababa de dejar expliqué , y Gérardestaba arriba, en la biblioteca, con Brand.Quita a esos tres del resto, y comienza aadivinar.Eso es lo mejor. Julián cortó. Su tipo definitivamente atrae la atención concedí.Piona me estuvo haciendo laapología de su culpabilidad la otra noche y, por supuesto, no es ningún secreto que él noes uno de mis favoritos. Corwin, Julián se ha marchado del palacio.Se fue durante la noche.El sirviente quevino a buscarme me dijo que se había ido.¿Qué te parece eso a ti?Llegamos hasta la escalera.Mantuve una mano en Random y la otra en la barandilla.En el primer rellano nos detuvimos para que descansara un poco. No lo sé dije.A veces puede ser tan malo extender el beneficio de la dudademasiado lejos, como no darlo [ Pobierz caÅ‚ość w formacie PDF ]