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.(Mirando a su alrededor.) �Sea loque sea! �Por una vez en la vida!.(De un s�bito impul-so le abraza, separ�ndose ambos en el acto r�pidamente.)�Hay que marcharse!ASTROV.- V�yase pronto.Si el coche est� dis-puesto, v�yase en seguida.ELENA ANDREEVNA.- Me parece que aqu�vienen ya.(Ambos escuchan.)101A NT ON C H� J OVASTROV.- �Finita!.102T � O V A NI AESCENA IIIEntran Serebriakov, Voinitzkii, Mar�a Vasilievnacon un libro entre las manos, Teleguin y Sonia.SEREBRIAKOV (a Voinitzkii).- No lorecordemos m�s.Despu�s de lo ocurrido enestas pocas horas, he sufrido y he meditado tanto,que creo hubiera podido escribir y legar a mis des-cendientes todo un tratado sobre el arte de vivir.De buen grado acepto tus excusas y, a mi vez, teruego me perdones.Adiós.(�l y Voinitzkii se besantres veces.)VOINITZKII.- Seguir�s recibiendo puntual-mente lo de costumbre.Todo ir� como antes.(ElenaAndreevna abraza a Sonia.)103A NT ON C H� J OVSEREBRIAKOV (besando la mano a Mar�a Vasilie-vna).- Maman.MAR�A VASILIEVNA (bes�ndole).- Retr�tese ym�ndeme una fotograf�a.Ya sabe usted cu�n que-rido me es.TELEGUIN.- Adiós, excelencia.No nos olvide.SEREBRIAKOV (despu�s de besar a su hija).-Adiós.Adiós a todos.(Tendiendo la mano a Astrov.)Gracias por su grata compa��a.Aprecio su manerade pensar, sus aficiones y sus �mpetus., pero per-mita a este viejo a�adir a sus palabras de despedidasolamente una observación: �hay que trabajar, se�o-res, hay que trabajar! (Con un saludo general.) �Deseomucho bien a todos! (Sale seguido de Mar�a Vasilievna yde Sonia.)VOINITZKII (besando apretadamente la mano deElena Andreevna).- �Adiós! �Perdóneme!.�No vol-veremos a vernos m�s!ELENA ANDREEVNA (conmovida).-�Adiós,querido amigo! (Le besa la cabeza y sale.)ASTROV (a Teleguin).- �Di que, de paso, preparentambi�n mi coche, Vaflia!TELEGUIN.- �A tus órdenes, querido! (Sale.Astrov y Voinitzkii quedan solos en la escena.)104T � O V A NI AASTROV (recogiendo las pinturas y guard�ndolasen la maleta).- Y t�.�por qu� no sales a despedir-los?VOINITZKII.- �Qu� se marchen!.�Yo., yo nopuedo!.�Me es muy penoso!.�Habr� que ocuparsecuanto antes de algo!.�Trabajar! �Trabajar!.(Rebus-ca entre los papeles que sobre la mesa.Pausa.Se oyen algunostimbrazos.)ASTROV.- �Se fueron!.El profesor se va, segu-ramente, contento.Nada le atraer� ya aqu�.MARINA (entrando).- �Se fueron! (Se sienta en labutaca y empieza a hacer calceta.)SONIA (entrando y sec�ndose los ojos)- �Se fueron!.�Que Dios les proteja!.(A su t�o.) Bueno.Ahora t�y yo, t�o Vania, vamos a hacer algo.VOINITZKII.- �A trabajar, a trabajar!.SONIA.- Hace mucho que no nos sentamos eluno junto al otro ante esta mesa.(Enciende la l�mparasobre ella.) Me parece que no hay tinta.(Cogiendo el tin-tero se dirige al armario para llenarlo.) �Me da pena quese hayan marchado!MAR�A VASILIEVNA (entrando lentamente).- �Sefueron! (Sent�ndose, se sumerge en la lectura.)SONIA (levant�ndose de la mesa y hojeando el libro delas facturas).Haremos primero las facturas, t�o Vania.105A NT ON C H� J OVLo tenemos todo en un atraso terrible.Hoy hanvuelto a pedir esa cuenta.Escribe.Escribiremosuna t� y otra yo.VOINITZKII (escribiendo).- Factura a nombredel se�or.(Ambos escriben en silencio.)MARINA (Bostezando).-Tengo ya ganas de irme ala camita.ASTROV.- �Silencio, plumas que chirrian y ungrillo cantando!.�Calor., un ambiente de intimi-dad!.�No le dan a uno ganas de marcharse! (Se oyeun ruido de cascabeles.) �Ah� est� ya el coche!.�No mequeda otro remedio, amigos m�os, que despedirmede ustedes, de mi mesa, y largarme! (Mete en la carpetalos cartogramas.)MARINA.- �Y por qu� esa prisa? �Por qu� no tequedas?ASTROV.- No puedo.VOINITZKII (escribiendo).- Y las dos setenta, ycinco de la deuda anterior. (Entra el Mozo.)EL MOZO.- �Mijail Lvovich! �Tiene ah� el co-che!ASTROV.- Ya le he o�do venir.(Entreg�ndole elbotiqu�n, la maleta y la carpeta.) Toma., pero cuida deno arrugarla.EL MOZO.- Como usted mande.(Sale.)106T � O V A NI AASTROV.- Bien.(Se dispone a despedirse.)SONIA.- �Cuando volveremos a vernos, enton-ces?ASTROV.- Antes del verano seguramente no.�No creo que en invierno.�Si algo ocurriera., cla-ro est�., av�senme! (Estrech�ndoles la mano.) �Graciaspor su pan, su sal y su afecto!.�Por todo, en unapalabra! (Yendo hacia el ama, la besa en la cabeza.)�Adiós, vieja!MARINA.- �Y te vas as�., sin el t�?ASTROV.- No tengo ganas, ama.MARINA.- Puede que quieras un poco de vodka.ASTROV (indeciso).- Quiz�.(Marina sale.Despu�sde una pausa.) Uno de mis caballos cojea un poco.Mefij� en ello ayer, cuando Petruschka lo llevaba alabrevadero.VOINITZKII.- Habr� que volver a herrarle.ASTROV.- No tendr� m�s remedio que llevarle aRojdestvennoe, a casa del herrero.No tendr� m�sremedio.(Acerc�ndose al mapa de �frica y contempl�ndo-lo.) En esa �frica har� seguramente ahora un calorterrible.VOINITZKII.- Seguramente.MARINA (volviendo a entrar con una bandeja en la quedescansan una copa de vodka y un trocito de pan.)107A NT ON C H� J OVASTROV.- No.Lo prefiero as�.Adiós enton-ces.(A Marina.) No me acompa�es, ama.No hacefalta.(Astrov, seguido de Sonia; �sta con una vela en la ma-no, sale.Marina se sienta en su butaca.)VOINITZKII (escribiendo).- Veinte libras deaceite, el dos de febrero.Otras veinte libras, el die-cis�is.Granos de sarraceno. (Pausa.Se oye un ruidode cascabeles.)MARINA.- �Se fue! (Pausa.)SONIA (volviendo a entrar y depositando la vela sobre lamesa).�Se fue!VOINITZKII (apuntando despu�s de hacer la cuenta enel �baco).- Total., quince., veinticinco. (Sonia sesienta y empieza a escribir.)MARINA (bostezando).- �Ay, pecadores de noso-tros!.108T � O V A NI AESCENA IVTeleguin entra de puntillas y, sent�ndose junto ala puerta, comienza a templar bajito la guitarra.VOINITZKII (a Sonia y acarici�ndote el cabello con lamano).- �Ni�a m�a!.�Cu�nto sufro!.�Oh, si supie-ras cu�nto sufro!.SONIA.- �Qu� se le va a hacer!.�Hay que vivir!(Pausa [ Pobierz całość w formacie PDF ]
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.(Mirando a su alrededor.) �Sea loque sea! �Por una vez en la vida!.(De un s�bito impul-so le abraza, separ�ndose ambos en el acto r�pidamente.)�Hay que marcharse!ASTROV.- V�yase pronto.Si el coche est� dis-puesto, v�yase en seguida.ELENA ANDREEVNA.- Me parece que aqu�vienen ya.(Ambos escuchan.)101A NT ON C H� J OVASTROV.- �Finita!.102T � O V A NI AESCENA IIIEntran Serebriakov, Voinitzkii, Mar�a Vasilievnacon un libro entre las manos, Teleguin y Sonia.SEREBRIAKOV (a Voinitzkii).- No lorecordemos m�s.Despu�s de lo ocurrido enestas pocas horas, he sufrido y he meditado tanto,que creo hubiera podido escribir y legar a mis des-cendientes todo un tratado sobre el arte de vivir.De buen grado acepto tus excusas y, a mi vez, teruego me perdones.Adiós.(�l y Voinitzkii se besantres veces.)VOINITZKII.- Seguir�s recibiendo puntual-mente lo de costumbre.Todo ir� como antes.(ElenaAndreevna abraza a Sonia.)103A NT ON C H� J OVSEREBRIAKOV (besando la mano a Mar�a Vasilie-vna).- Maman.MAR�A VASILIEVNA (bes�ndole).- Retr�tese ym�ndeme una fotograf�a.Ya sabe usted cu�n que-rido me es.TELEGUIN.- Adiós, excelencia.No nos olvide.SEREBRIAKOV (despu�s de besar a su hija).-Adiós.Adiós a todos.(Tendiendo la mano a Astrov.)Gracias por su grata compa��a.Aprecio su manerade pensar, sus aficiones y sus �mpetus., pero per-mita a este viejo a�adir a sus palabras de despedidasolamente una observación: �hay que trabajar, se�o-res, hay que trabajar! (Con un saludo general.) �Deseomucho bien a todos! (Sale seguido de Mar�a Vasilievna yde Sonia.)VOINITZKII (besando apretadamente la mano deElena Andreevna).- �Adiós! �Perdóneme!.�No vol-veremos a vernos m�s!ELENA ANDREEVNA (conmovida).-�Adiós,querido amigo! (Le besa la cabeza y sale.)ASTROV (a Teleguin).- �Di que, de paso, preparentambi�n mi coche, Vaflia!TELEGUIN.- �A tus órdenes, querido! (Sale.Astrov y Voinitzkii quedan solos en la escena.)104T � O V A NI AASTROV (recogiendo las pinturas y guard�ndolasen la maleta).- Y t�.�por qu� no sales a despedir-los?VOINITZKII.- �Qu� se marchen!.�Yo., yo nopuedo!.�Me es muy penoso!.�Habr� que ocuparsecuanto antes de algo!.�Trabajar! �Trabajar!.(Rebus-ca entre los papeles que sobre la mesa.Pausa.Se oyen algunostimbrazos.)ASTROV.- �Se fueron!.El profesor se va, segu-ramente, contento.Nada le atraer� ya aqu�.MARINA (entrando).- �Se fueron! (Se sienta en labutaca y empieza a hacer calceta.)SONIA (entrando y sec�ndose los ojos)- �Se fueron!.�Que Dios les proteja!.(A su t�o.) Bueno.Ahora t�y yo, t�o Vania, vamos a hacer algo.VOINITZKII.- �A trabajar, a trabajar!.SONIA.- Hace mucho que no nos sentamos eluno junto al otro ante esta mesa.(Enciende la l�mparasobre ella.) Me parece que no hay tinta.(Cogiendo el tin-tero se dirige al armario para llenarlo.) �Me da pena quese hayan marchado!MAR�A VASILIEVNA (entrando lentamente).- �Sefueron! (Sent�ndose, se sumerge en la lectura.)SONIA (levant�ndose de la mesa y hojeando el libro delas facturas).Haremos primero las facturas, t�o Vania.105A NT ON C H� J OVLo tenemos todo en un atraso terrible.Hoy hanvuelto a pedir esa cuenta.Escribe.Escribiremosuna t� y otra yo.VOINITZKII (escribiendo).- Factura a nombredel se�or.(Ambos escriben en silencio.)MARINA (Bostezando).-Tengo ya ganas de irme ala camita.ASTROV.- �Silencio, plumas que chirrian y ungrillo cantando!.�Calor., un ambiente de intimi-dad!.�No le dan a uno ganas de marcharse! (Se oyeun ruido de cascabeles.) �Ah� est� ya el coche!.�No mequeda otro remedio, amigos m�os, que despedirmede ustedes, de mi mesa, y largarme! (Mete en la carpetalos cartogramas.)MARINA.- �Y por qu� esa prisa? �Por qu� no tequedas?ASTROV.- No puedo.VOINITZKII (escribiendo).- Y las dos setenta, ycinco de la deuda anterior. (Entra el Mozo.)EL MOZO.- �Mijail Lvovich! �Tiene ah� el co-che!ASTROV.- Ya le he o�do venir.(Entreg�ndole elbotiqu�n, la maleta y la carpeta.) Toma., pero cuida deno arrugarla.EL MOZO.- Como usted mande.(Sale.)106T � O V A NI AASTROV.- Bien.(Se dispone a despedirse.)SONIA.- �Cuando volveremos a vernos, enton-ces?ASTROV.- Antes del verano seguramente no.�No creo que en invierno.�Si algo ocurriera., cla-ro est�., av�senme! (Estrech�ndoles la mano.) �Graciaspor su pan, su sal y su afecto!.�Por todo, en unapalabra! (Yendo hacia el ama, la besa en la cabeza.)�Adiós, vieja!MARINA.- �Y te vas as�., sin el t�?ASTROV.- No tengo ganas, ama.MARINA.- Puede que quieras un poco de vodka.ASTROV (indeciso).- Quiz�.(Marina sale.Despu�sde una pausa.) Uno de mis caballos cojea un poco.Mefij� en ello ayer, cuando Petruschka lo llevaba alabrevadero.VOINITZKII.- Habr� que volver a herrarle.ASTROV.- No tendr� m�s remedio que llevarle aRojdestvennoe, a casa del herrero.No tendr� m�sremedio.(Acerc�ndose al mapa de �frica y contempl�ndo-lo.) En esa �frica har� seguramente ahora un calorterrible.VOINITZKII.- Seguramente.MARINA (volviendo a entrar con una bandeja en la quedescansan una copa de vodka y un trocito de pan.)107A NT ON C H� J OVASTROV.- No.Lo prefiero as�.Adiós enton-ces.(A Marina.) No me acompa�es, ama.No hacefalta.(Astrov, seguido de Sonia; �sta con una vela en la ma-no, sale.Marina se sienta en su butaca.)VOINITZKII (escribiendo).- Veinte libras deaceite, el dos de febrero.Otras veinte libras, el die-cis�is.Granos de sarraceno. (Pausa.Se oye un ruidode cascabeles.)MARINA.- �Se fue! (Pausa.)SONIA (volviendo a entrar y depositando la vela sobre lamesa).�Se fue!VOINITZKII (apuntando despu�s de hacer la cuenta enel �baco).- Total., quince., veinticinco. (Sonia sesienta y empieza a escribir.)MARINA (bostezando).- �Ay, pecadores de noso-tros!.108T � O V A NI AESCENA IVTeleguin entra de puntillas y, sent�ndose junto ala puerta, comienza a templar bajito la guitarra.VOINITZKII (a Sonia y acarici�ndote el cabello con lamano).- �Ni�a m�a!.�Cu�nto sufro!.�Oh, si supie-ras cu�nto sufro!.SONIA.- �Qu� se le va a hacer!.�Hay que vivir!(Pausa [ Pobierz całość w formacie PDF ]