[ Pobierz całość w formacie PDF ]
.No huyas, hija, de tu Padre.Ven personalmente a hablar asolas con tu Dios de la misericordia, que quiere decirte palabras de perdón y colmartede sus gracias.�Oh, cu�nto te amo! Te he asentado en mis brazos.Yo te dar� fuerzaspara luchar.�Por qu� tienes miedo, hija m�a, del Dios de la misericordia? Mi santidadno me impide ser misericordioso contigo.Mi misericordia es m�s grande que tu miseria y la del mundo entero.Por ti baj�del cielo a la tierra, por ti dej� clavarme en la cruz, por ti permit� que mi SagradoCorazón fuera abierto por una lanza y abr� la fuente de la misericordia para ti.Ven ytoma las gracias de esta fuente con el recipiente de la confianza.Jam�s rechazar� a uncorazón arrepentido24.23Diario, Stockbridge, Massachussets, 1996, N� 1452.24ib.No.1485.31 Ven a menudo a esta fuente de la misericordia y con el recipiente de laconfianza recoge cualquier cosa que necesites25.Ofrezco a los hombres otro recipiente con el que han de venir a la fuente de lamisericordia para recoger gracias.Ese recipiente es esta imagen con la firma: Jes�s,en Ti conf�o26.�Que hermoso es repetir constantemente para fortalecer nuestra fe: Jes�s, yoconf�o en Ti! Si Jes�s est� con nosotros, �qui�n contra nosotros? Ni aunque viniera todoel infierno unido, no podr�a hacernos nada, porque Jes�s est� con nosotros y nosdefender� de todo mal.Si confiamos en Jes�s, tambi�n debemos ser obedientes, cumplir fielmentenuestras obligaciones y hacer felices a los hermanos que nos rodean.A este respecto,dice Santa Faustina:Una vez, vine a mi celda tan cansada que, antes de comenzar a desvestirme, tuveque descansar un momento y, cuando estaba desvestida, una de las hermanas me pidióque le trajera un vaso de agua caliente.A pesar del cansancio, me vest� r�pidamente yle traje el agua que deseaba, aunque de la cocina a la celda hab�a un buen trecho decamino y el barro llegaba a los tobillos.Al entrar en mi celda, vi un copón con elSant�simo Sacramento y o� esta voz: Toma este copón y ll�valo al sagrario.En unprimer momento, vacil�, pero me acerqu� y cuando toqu� el copón, o� estas palabras: Con el mismo amor con que te acercas a M�, ac�rcate a cada una de las hermanas ytodo lo que haces a ellas me lo haces a M� 27.Un d�a ella estaba gravemente enferma y una hermana le dio unas naranjas.Pensó en no comerlas para hacer penitencia por estar en Cuaresma, pero Jes�s le dijo:Hija m�a, me agradar�s m�s, si por obediencia y por amor hacia M� comes las naranjasque si, por tu propia voluntad, ayunaras y te mortificaras.El alma que me ama muchodebe vivir de mi voluntad28.Jes�s le dijo el d�a del Corpus Christi de 1937: Hija m�a, yo, el Se�or, estoycontigo.No tengas miedo de nada, est�s en mi Corazón29.No tengas miedo, no te dejar� sola30.No tengas miedo, yo siempre estoycontigo31.25ib.No.1487.26ib.No.327.27ib.No.285.28ib.No.1023.29ib.No.1133.30ib.No.258.31ib.No.613.32 �Qu� m�s podemos decir? Jes�s le ped�a a santa Faustina y nos pide a cada unode nosotros confianza total, sabiendo que �l est� siempre a nuestro lado y que nunca nosfaltar� su gracia y protección.Por eso, en el Evangelio, nos dice, como a Jairo: Notengas miedo, solamente conf�a en M� (Mc 5, 36).CONSAGRACION A JES�SEs una entrega total y sin condiciones a Jes�s por Mar�a con todo lo que somos ytenemos.Es una manera de manifestar con claridad que deseamos estar plenamentedisponibles para todo lo que �l decida hacer en nuestra vida, porque queremos cumplirsiempre su voluntad divina.En una palabra, consagrarse es abandonarse en Jes�s yecharse en sus brazos sin temor para aceptar gustosos lo que �l decida para nosotros.Esuna dedicación completa, una disponibilidad absoluta y sin condiciones y para siempre.Es, dicho de otra manera, una donación de todo nuestro ser.A santa Margarita Mar�a de Alacoque, Jes�s le pidió escribir el testamento de ladonación de todo su ser y �l se sintió tan contento que le dijo: Ahora eres toda m�a ytoda para M�, para hacer de ti todo lo que me agrade como de mi hija, mi esposa, miesclava, mi v�ctima, y el juguete de los deseos de mi Corazón.Te constituyo herederade los tesoros de mi Corazón para que puedas disponer de ellos a tu gusto a favor delas personas bien dispuestas [ Pobierz całość w formacie PDF ]
zanotowane.pl doc.pisz.pl pdf.pisz.pl milosnikstop.keep.pl
.No huyas, hija, de tu Padre.Ven personalmente a hablar asolas con tu Dios de la misericordia, que quiere decirte palabras de perdón y colmartede sus gracias.�Oh, cu�nto te amo! Te he asentado en mis brazos.Yo te dar� fuerzaspara luchar.�Por qu� tienes miedo, hija m�a, del Dios de la misericordia? Mi santidadno me impide ser misericordioso contigo.Mi misericordia es m�s grande que tu miseria y la del mundo entero.Por ti baj�del cielo a la tierra, por ti dej� clavarme en la cruz, por ti permit� que mi SagradoCorazón fuera abierto por una lanza y abr� la fuente de la misericordia para ti.Ven ytoma las gracias de esta fuente con el recipiente de la confianza.Jam�s rechazar� a uncorazón arrepentido24.23Diario, Stockbridge, Massachussets, 1996, N� 1452.24ib.No.1485.31 Ven a menudo a esta fuente de la misericordia y con el recipiente de laconfianza recoge cualquier cosa que necesites25.Ofrezco a los hombres otro recipiente con el que han de venir a la fuente de lamisericordia para recoger gracias.Ese recipiente es esta imagen con la firma: Jes�s,en Ti conf�o26.�Que hermoso es repetir constantemente para fortalecer nuestra fe: Jes�s, yoconf�o en Ti! Si Jes�s est� con nosotros, �qui�n contra nosotros? Ni aunque viniera todoel infierno unido, no podr�a hacernos nada, porque Jes�s est� con nosotros y nosdefender� de todo mal.Si confiamos en Jes�s, tambi�n debemos ser obedientes, cumplir fielmentenuestras obligaciones y hacer felices a los hermanos que nos rodean.A este respecto,dice Santa Faustina:Una vez, vine a mi celda tan cansada que, antes de comenzar a desvestirme, tuveque descansar un momento y, cuando estaba desvestida, una de las hermanas me pidióque le trajera un vaso de agua caliente.A pesar del cansancio, me vest� r�pidamente yle traje el agua que deseaba, aunque de la cocina a la celda hab�a un buen trecho decamino y el barro llegaba a los tobillos.Al entrar en mi celda, vi un copón con elSant�simo Sacramento y o� esta voz: Toma este copón y ll�valo al sagrario.En unprimer momento, vacil�, pero me acerqu� y cuando toqu� el copón, o� estas palabras: Con el mismo amor con que te acercas a M�, ac�rcate a cada una de las hermanas ytodo lo que haces a ellas me lo haces a M� 27.Un d�a ella estaba gravemente enferma y una hermana le dio unas naranjas.Pensó en no comerlas para hacer penitencia por estar en Cuaresma, pero Jes�s le dijo:Hija m�a, me agradar�s m�s, si por obediencia y por amor hacia M� comes las naranjasque si, por tu propia voluntad, ayunaras y te mortificaras.El alma que me ama muchodebe vivir de mi voluntad28.Jes�s le dijo el d�a del Corpus Christi de 1937: Hija m�a, yo, el Se�or, estoycontigo.No tengas miedo de nada, est�s en mi Corazón29.No tengas miedo, no te dejar� sola30.No tengas miedo, yo siempre estoycontigo31.25ib.No.1487.26ib.No.327.27ib.No.285.28ib.No.1023.29ib.No.1133.30ib.No.258.31ib.No.613.32 �Qu� m�s podemos decir? Jes�s le ped�a a santa Faustina y nos pide a cada unode nosotros confianza total, sabiendo que �l est� siempre a nuestro lado y que nunca nosfaltar� su gracia y protección.Por eso, en el Evangelio, nos dice, como a Jairo: Notengas miedo, solamente conf�a en M� (Mc 5, 36).CONSAGRACION A JES�SEs una entrega total y sin condiciones a Jes�s por Mar�a con todo lo que somos ytenemos.Es una manera de manifestar con claridad que deseamos estar plenamentedisponibles para todo lo que �l decida hacer en nuestra vida, porque queremos cumplirsiempre su voluntad divina.En una palabra, consagrarse es abandonarse en Jes�s yecharse en sus brazos sin temor para aceptar gustosos lo que �l decida para nosotros.Esuna dedicación completa, una disponibilidad absoluta y sin condiciones y para siempre.Es, dicho de otra manera, una donación de todo nuestro ser.A santa Margarita Mar�a de Alacoque, Jes�s le pidió escribir el testamento de ladonación de todo su ser y �l se sintió tan contento que le dijo: Ahora eres toda m�a ytoda para M�, para hacer de ti todo lo que me agrade como de mi hija, mi esposa, miesclava, mi v�ctima, y el juguete de los deseos de mi Corazón.Te constituyo herederade los tesoros de mi Corazón para que puedas disponer de ellos a tu gusto a favor delas personas bien dispuestas [ Pobierz całość w formacie PDF ]